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La reina que quiso ser faraón, Hatshepsut (Siglo XV a.C.)
Quinta gobernante de la
Dinastía XVIII, Hatshepsut es una de las reinas destacadas del antiguo
Egipto. No se conformó con reinar como esposa de faraón y posterior
regente. En un golpe de estado sin precedentes, Hatshepsut decidió
reinar en solitario y como si fuera un faraón.
Los tutmósidas
Hatshepsut era la
primogénita del faraón Tutmosis I. Su madre era la princesa Ahmose con
la que se había casado su padre para poder legitimar su poder. Además de
la única hermana que sobrevivió, Neferubity, Hatshepsut tenía medio
hermanos nacidos de las relaciones de su padre con las concubinas
reales. Uno de ellos sería el futuro Tutmosis II.
Hatshepsut formaba parte
de los tutmósidas, la dinastía XVIII, la primera que corresponde al
periodo conocido como Reino Nuevo. Este fue un momento de esplendor del
antiguo Egipto. Los tutmósidas fueron príncipes tebanos que tras
expulsar a los hicsos iniciaron una importante política de
estrechamiento de lazos internacionales y de importantes conquistas.
Fue Tutmosis I quien
abandonó la tradición de enterrarse en una pirámide para ser inhumado en
un hipogeo excavado en la roca. Daba inicio al que sería conocido como
el Valle de los Reyes.
Gran Esposa Real
A pesar de que Hapshepsut
era la primogénita del gran Tutmosis I y que este, parece ser que antes
de su prematura muerte la nombró heredera asociándola al trono, fue un
hermanastro suyo quien ostentaría el título de Rey. Apoyado por Ineni,
arquitecto real, Tutmosis II se hizo con el poder. Hatshepsut, quien se
enorgullecía de ser descendiente directa de faraones, se tuvo que
conformar a verse relegada al papel de Gran Esposa Real al casarse con
Tutmosis II.
Reina viuda regente
Esta incómoda situación
para Hatshepsut duró muy poco porque Tutmosis II murió siendo muy joven.
Como si la historia se fuera a repetir, de su matrimonio con Hatshepsut
sólo había nacido una niña, Neferure, mientras que los descendientes
varones eran hijos de concubinas. En un primer momento, el poderoso
Ineni nombró heredero al que sería Tutmosis III quien en un futuro
debería casarse con Neferure.
Reina-faraón
Durante los primeros años
de su regencia del pequeño Tutmosis III Hatshepsut consiguió urdir una
conjura para expulsar a Ineni de la esfera política. Con la ayuda de
altos cargos como Hapuseneb y Senenmut, Hatshepsut planeó un valiente
golpe de estado. No sólo eliminó a Ineni, sino que decidió asumir todo
el poder tomando la titulatura real de los faraones y usurpando el poder
a Tutmosis III. No sólo eso, Hatshepsut decidió reinar como faraón:
eliminó de sus nombres y títulos todas las desinencias femeninas, se
hizo nombrar faraón, se vistió como un hombre y reinó como rey durante
22 años de paz y prosperidad en Egipto.
Reinado de esplendor
Durante el reinado de
Hatshepsut se vivió uno de los periodos de paz más largos de la historia
de Egipto, con tan sólo algunas escaramuzas e incursiones militares de
poca embergadura.
Una de las actividades
principales de su reinado fueron las construcciones religiosas. Destacan
la Capilla Roja de Karnak o el majestuoso templo de Deir el-Bahari,
situado en la orilla oeste de Tebas, que ha pasado a la historia como
uno de los templos destacados del Antiguo Egipto. No en vano, se conocía
como Dyeser-Dyeseru, el sublime de los sublimes.
Del reinado de Hatshepsut
también se recuerda como hecho destacable un viaje al país legendario
conocido como El Punt, una misión que quedó plasmada en las paredes del
templo de Deir el-Bahari y que tuvo como principal objetivo fines
comerciales y políticos.
Fin de su reinado
Hacia el año 16 de su
reinado, las cosas empezaron a ir mal para Hatshepsut. La desaparición
de sus principales aliados, de su hija y única descendiente, y la
posición cada vez más fuerte del joven Tutmosis III hicieron que su
gobierno iniciara un irrefrenable declive. Hatshepsut se fue retirando
progresivamente del poder hasta llegar el momento de su muerte que le
sobrevino sola, abandonada por sus fieles seguidores, en su palacio de
Tebas. A pesar de su enfrentamiento con Tutmosis, parece que Hatshepsut
murió por causas naturales y no fue asesinada.
Aunque el nombre de
Hatshepsut se borró de los anales y templos en los que estaba presente,
hoy día se descarta que Tutmosis III quisiera vengarse de su madrastra y
relegarla al olvido. Más bien se cree que fue un acto de practicidad,
para evitar la amenaza de la poderosa familia de Hatshepsut y poder
legitimar su ascendencia al poder. Hatshepsut, su nombre y su reinado,
permanecieron en la historia de Egipto gracias a sus templos y a su
propio cuerpo. Su tumba se encontró en el Valle de los Reyes y fue
catalogada como KV20. Estaba en un perfecto estado de conservación.
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