sábado, 1 de octubre de 2016

EL PADRE FANTINO EN LA VEGA.



EL PADRE FANTINO EN LA VEGA.

Hemos querido rendir tributo de admiración, respeto y veneración a su sacrosanta memoria, de su vida ejemplar,  vida por entero consagrada al servicio de Dios y el prójimo.
Esta que tiene que ser conocida por todo los dominicanos, por sus principios de fraternidad, caridad,  bondad, santidad y moralidad  que adornaban su venerado sacerdocio digno de estar en los altares.
La Vega,  teatro principal de su doble apostolado; el de la caridad y la enseñanza, acontecimiento estos que  se han grabados con  caracteres de oro en las más notables páginas de la historia de La Vega, la Región Cibaeña y  la Nación Dominicana, con indelebles trozos de amor  en  el fondo de todos  los corazones.
La Moralidad y la Cultura  en La Vega fueron elevadas por él, a una altura donde Jamás se vieron antes, dando fe de la maravillosa obra realizada por este humilde sacerdote.
Don Emilio Rodríguez Demorizi, dice  sobre el Padre Fantino “Fantino, el Padre Las Casas de La Vega, junio de 1939” “ más de cuatro siglos después  de haber cantado su primera misa el novicio Bartolomé de Las Casas,  en la infortunada Vega Vieja, surgió en La Vega resurrecta  otro Padre de Las Casas; el Padre Fantino”.
Apóstol  de los indios y misioneros de la Fe Cristiana en las  tierras recién  de
Descubiertas, fue Las Casas, Apóstol de la enseñanza y servidor de Cristo, fue Fantino. Vehemente  en la predicación de sus  doctrinas, apasionados en sus creencias.
Las Casas cruza el mar para defender al indio, contra su propia patria, en las más  nobles e inusitadas pendencias de la iglesia contra el Estado. Fantino cruza  una y otra vez el hondo mar del desaliento, sobre el adverso oleaje, entre sirtes y tempestades y concluye con   colegio y una iglesia.
Antes  que  educador es sacerdote, y sin embargo, primero crea  el Colegio; luego la Iglesia. De igual manera que Las Casas; primero la libertad y la instrucción del indio; después las penitencias y las preces, el culto en su modesto sayal de misionero toma el  esplendor de las purpuras pontificales.
¿Qué alta significación la de esta obra de Fantino; junto al Colegio de San Sebastián, la iglesia de San Antonio.
Don Emilio Rodríguez Demorizi,  dice sobre el Padre Fantino, en un escrito “ Fantino, el Padre Las Casas, de La Vega < junio de 1939>, “ más de  cuatro siglos después de haber cantado su primera misa el novicio Bartolomé de Las Casas, en la infortunada Vega Vieja, surgió en La Vega resurrecta otro Padre Las Casas. El Padre Francisco Fantino Falco.
Apóstol de los Indios y misionero de la fe cristina en las tierras recién descubiertas, fue Las Casas, Apóstol de la enseñanza y servidor de Cristo, fue Fantino.
Vehemente   en la predicación de sus doctrinas, apasionados de sus creencias y ásperos  conminación de la Ley descarriada, eran par el Español y el Italiano. Las Casas cruza el mar para defender al indio, contra su propia patria, en las más nobles e inusitadas  pendencias  de la Iglesia contra  el Estado. Fantino cruza una y otra vez el hondo mar del desaliento, sobre el adverso oleaje, entre  sirtes y tempestades, y concluye con colegio y una iglesia.

Antes que  educador es sacerdote, y sin embargo, primero crea el Colegio, y luego  la Iglesia. De igual manera que Las Casas: primero la libertad y la instrucción del indio,  después la penitencias y las pracas, el culto en su modesto sayal de misionero  toma  esplendor de las purpuras  pontificales.
Qué  alta  significación de esta obra de Fantino;  junto al colegio de San Sebastián, la iglesia  de San Antonio.
Como si quisiera convertir sus ansias de trabajo en perenne cilicio de sus carnes, funda otro colegio, en la sagrada eminencia  del Santo Cerro, y como es tierra de leyendas guerreras y cristinas, de batallas y apariciones, le da  el mejor y más significativo de los nombre el de ´Padre Las Casas.
Al mismo es sacerdote y el maestro, encarnados en un solo espíritu, servirán a la Patria y al Señor, lo mismo que Las Casas, convirtiendo la Fe al aborigen y haciendo digna  de España su conquista.
Fantino era  la Cruz y el Libro. Las Casas La Cruz y La Palma de la Libertad.
Así  en el  espléndido Valle  de La Vega Real, maravilla  de Colón, en que Las Casas dijo en su primera misa, Fantino musitó su último reposo. En la vida y en la muerte, en la historia, las generaciones descubrirán en el alma de Fantino algo del Alma Invencible de Las Casas,.
De todas las funciones de ejerce el hombre sobre la tierra, ninguna más alta, noble, excelsa que la enseñanza de la verdad. Y cuando el pan de la verdad es amasado con  la levadura del evangelio, cuando en él palpita el aliento del señor, entonces  la función se convierte en sacrosanto ministerio; entonces surgen apóstoles y profetas; hombres por cuya boca  sale, Transfiguraciones, el mirífico soplo de la Verdad Eterna.
Fantino cumplió fielmente con  tales conceptos del Señor. MISONERO CATOLICO, se le llama y misionero fue toda la vida, hombre de abnegación sin límites. Educar  almas y cerebros; ser agente de la misericordia infinita del Señor; fue la misión ejercida por Fantino. Apóstol de la caridad y la verdad Maestro de la mente y  del espíritu.
Maestro siempre. Maestro  cuando desde la cátedra sagrada derrama sobre la muchedumbre la luz del Evangelio; Maestro cuando en la cátedra  laica enseña a sus discípulos las verdades de la ciencia.
Nacido con el ansia de evangelizar, de seguir las huellas del supremo maestro, se le ve abandonar el suelo patrio en busca de almas  que redimir, de corazones que consolar, de mentes  que iluminar. Monseñor E  liseo Pérez Sánchez, lo define con estas bellas palabras “ colocar  una escuela  al lado del templo, un aula  al lado de un oratorio, un  himno religioso al lado de un cántico escolar” “ no fue educador antes  que sacerdote;  fue sacerdote en perenne función de educador.
Ante que la iglesia construyó el colegio;  pero ambos fueron augustos templos de instrucción. Alguno que creyó en la incompatibilidad de la religión y de la ciencia, tomó de blanco de su crítica  esta doble función de Fantino.
Cuando Fantino, llega a Santo Domingo, en el  propio local del Seminario, junto a la escuela religiosa establece la escuela laica, animada ambas por un mismo espíritu, se traslada a Monte Cristy,  y en un brevísimo tiempo  allí funda una escuela y proyecta la construcción  de un templo. Arriba  a La Vega, y al lado  del Colegio San Sebastián edita la Iglesia de San Antonio; y para garantizar más el simbolismo  de la enseñanza al amparo de la Cruz. Y bajo los amorosos ojos  de María Santísima de las Mercedes, funda otro colegio, en la sagrada eminencia del Santo Cerro, que le dio el nombre de Padre Las Casas.
Grandiosa la función del Maestro. Víctor Hugo, escribe “Moldear un cuerpo y darle vida es grande; pero moldear un alma, es más grande todavía”.
De la consagración de Fantino al Magisterio, dan fe las precitadas  palabras suyas; “estoy  tan penetrado en la eficacia de la enseñanza religiosa a los niños para cooperar más tarde a la salvación de muchas alma, que no pienso dejar nunca de ocuparme de ellos  hasta  la muerte”.
La caridad de Fantino. Sólo  admite comparación con la de San Francisco de  Asís, de Fantino puede  decirse que vivió  con la diestra extendida para la dádiva. Y sin embargo; ni aun los mismos a quienes repartía “pan de resignación y pan de trigo, alcanzaron a conocerla en  toda su magnitud. Porque era caridad que se cubría con el púdico manto del silencio, caridad ejercida sobre el precepto bíblico “más  cuando tú  haces  limosna, no sepa tu izquierda lo que hace  tu derecha”.
En  el ejercicio de esta virtud, la más alta de las  tres teologales, fue también Fantino maestro por la excelencia; Maestro, por sus incontables obras de misericordia. Maestro por la virtualidad de su ejemplo
La caridad de Fantino. Centenares  de anécdotas la testifican. Quien  pudo atesorar riquezas murió en absoluta pobreza. La tranquilidad y la paz han de buscarse principalmente en una abundante efusión de caridad. Escribió León XIII, en su  encíclica Rerum Novarum.
Fantino y Billini. Apóstoles de la Caridad y de la Enseñanza; ríos gemelos que corrieron por el mismo cauce; el amor a la Humanidad, escala la más corta, la más segura, la más perfecta para elevarnos a hasta Dios.


*Colegio San Sebastián.
El  24 de agosto de 1903, llegó el ´Padre Francisco Fantino Falcón  la Vega, no fue sino el 1ro.  de septiembre de 1903, que abrió sus puertas el Colegio San Sebastián, porque  la Ley General de Educación  vigente desde el 4 de julio de  1902, disponía que las vacaciones en las escuelas públicas durasen  hasta el 31 de agosto ( ver la Gaceta Oficial, Santo Domingo, 12 de julio  de 1902. Núm. 1456)
Para esa fecha del 1ro d septiembre de 1903, fundó el  Colegio San Sebastián, en un local propiedad de Zoilo García, ubicado en la calle El Comercio.
Don Manuel Ubaldo Gómez Moya, dice que su hijo Licdo. Manuel Ubaldo Gómez, ingresó al colegio desde que  este fue abierto en la calle el Comercio. Fantino,  ejerció de maestro desde que llegó a La Vega, en la casa propiedad de la Sucesión Rodríguez, primero e inmediatamente  en el edificio que ocupaba la Sociedad “Amor al Estudio”, en la calle El Progreso Núm. 25 (hoy Padre Adolfo),  en ambos sitios conjuntamente, por poco tiempo.
 Los primeros internos unos  (60) alumnos del Colegio San Sebastián,  parte de ellos: Santiago Agustín Martínez; Aníbal y Guarionex Gómez; Héctor García; Antonio y Manuel V. Córdoba Lazala; José Leoncio Roca ( cheo) de Dajabón; Agustín Castillo de Montecristi;
Otros  alumnos del Colegio en sus inicios; Federico García Godoy Hijo;  Rafael y Julio Fernández;  Pascasio Toribio Hijo; Francisco Grullón (fifico); Gustavo Brens; Ramón Abreu; Manuel Lora:
Adamas  menciona el Licdo. Don Manuel Ubaldo Gómez Moya, como profesores;  del referido Colegio: Alcadio Pereira;  Diego de Peña;  Oreste Menicucci;  E.G. Ceara y F.M. Gómez (Quin), también: en los primeros años impartieron docencia Don Manuel Ubaldo Gómez Moya; Don Federico García-Godoy; los ingenieros Alfredo Scaroina y Zoilo Hermógenes García;  el Pbro. Manuel Ramón Rodríguez; Juan José Sánchez, Julio Espaillat de la Mota;  Luis José Sánchez, Arturo Frites Roque, José Granados Alonzo, Juan Francisco Alfonseca (Musie Alfonseca)
*Iglesia de San Antonio.
La construcción de la Iglesia de San Antonio, después de su regreso de Italia, en  octubre de 1910 (Listín Diario, martes 11 de octubre de 1910. Núm. 6397), con la cooperación de un grupo de fieles  iniciaron  la construcción de la iglesia San Antonio, la misma se inició el 7 de octubre de 1911 y terminada tres meses más tarde el 7 de noviembre  del mismo año fue puesta la Cruz del Campanario y terminada el 9 de diciembre de mismo año (1911).
Siendo el 12 de  diciembre de 1910, cantó la primera misa en esa iglesia el Padre Armando Lamarche, vicario foráneo de la Parroquia de La Vega,  (apunte conservado en un libro religioso de la Sra. Manuela Andújar, quien  por encargo  del Padre Fantino daba el jornal a los trabajadores).
Siendo la bendición un tiempo más tarde según apunte  dejado  por Fantino, fue el 14 de junio de 1915, día de San Antonio de Padua. Interviniendo en la construcción Manuel de Jesús Gil ( fello) y Magdaleno del Orbe, que  tuvieron a su cargo los trabajos de carpinterías, Samuel Mendoza, hizo los pilotillos de concreto.
De acuerdo a una  libreta encontrada escrita por el Padre Fantino, los nombres de los contribuyentes que pasaron  de $600.00 pesos encabezados por: Francisco Holguín (Magollo), y Pepe Mota, Sra. Teresa Moya, regaló también la campana, según una  carta  dirigida a Mons. Nouel, por el P. Fantino;  que decía “Doña Teresa recibió aviso de que las campañas, encargada  por Doña Trina, para la Iglesia de San Antonio, llegará próximamente.- por lo tanto suplico a su señoría se digne  hacerme   mandar las declaración necesaria para la exoneración de los derechos de aduana, y también  darme facultad de bendecirla, está fechada 16 de  diciembre de 1914, de acuerdo a la nota en una libreta  del P. Fantino. La Bendición se efectuó  el día  2 de febrero de 1915.

Fuente: François F. Sevez. fils. Obra  Bosquejo Biográfico del Padre Fantino. Año 1941. Imp. El Progreso, La Vega.

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