EL PADRE
FANTINO EN LA VEGA.
Hemos
querido rendir tributo de admiración, respeto y veneración a su sacrosanta
memoria, de su vida ejemplar, vida por
entero consagrada al servicio de Dios y el prójimo.
Esta
que tiene que ser conocida por todo los dominicanos, por sus principios de
fraternidad, caridad, bondad, santidad y
moralidad que adornaban su venerado
sacerdocio digno de estar en los altares.
La
Vega, teatro principal de su doble
apostolado; el de la caridad y la enseñanza, acontecimiento estos que se han grabados con caracteres de oro en las más notables páginas
de la historia de La Vega, la Región Cibaeña y
la Nación Dominicana, con indelebles trozos de amor en el
fondo de todos los corazones.
La
Moralidad y la Cultura en La Vega fueron
elevadas por él, a una altura donde Jamás se vieron antes, dando fe de la
maravillosa obra realizada por este humilde sacerdote.
Don
Emilio Rodríguez Demorizi, dice sobre el
Padre Fantino “Fantino, el Padre Las Casas de La Vega, junio de 1939” “ más de
cuatro siglos después de haber cantado
su primera misa el novicio Bartolomé de Las Casas, en la infortunada Vega Vieja, surgió en La
Vega resurrecta otro Padre de Las Casas;
el Padre Fantino”.
Apóstol de los indios y misioneros de la Fe Cristiana
en las tierras recién de
Descubiertas,
fue Las Casas, Apóstol de la enseñanza y servidor de Cristo, fue Fantino.
Vehemente en la predicación de sus doctrinas, apasionados en sus creencias.
Las
Casas cruza el mar para defender al indio, contra su propia patria, en las
más nobles e inusitadas pendencias de la
iglesia contra el Estado. Fantino cruza
una y otra vez el hondo mar del desaliento, sobre el adverso oleaje,
entre sirtes y tempestades y concluye con
colegio y una iglesia.
Antes que
educador es sacerdote, y sin embargo, primero crea el Colegio; luego la Iglesia. De igual manera
que Las Casas; primero la libertad y la instrucción del indio; después las
penitencias y las preces, el culto en su modesto sayal de misionero toma
el esplendor de las purpuras
pontificales.
¿Qué
alta significación la de esta obra de Fantino; junto al Colegio de San
Sebastián, la iglesia de San Antonio.
Don
Emilio Rodríguez Demorizi, dice sobre el
Padre Fantino, en un escrito “ Fantino, el Padre Las Casas, de La Vega <
junio de 1939>, “ más de cuatro
siglos después de haber cantado su primera misa el novicio Bartolomé de Las
Casas, en la infortunada Vega Vieja, surgió en La Vega resurrecta otro Padre
Las Casas. El Padre Francisco Fantino Falco.
Apóstol
de los Indios y misionero de la fe cristina en las tierras recién descubiertas,
fue Las Casas, Apóstol de la enseñanza y servidor de Cristo, fue Fantino.
Vehemente en la predicación de sus doctrinas,
apasionados de sus creencias y ásperos
conminación de la Ley descarriada, eran par el Español y el Italiano.
Las Casas cruza el mar para defender al indio, contra su propia patria, en las
más nobles e inusitadas pendencias de la Iglesia contra el Estado. Fantino cruza una y otra vez el
hondo mar del desaliento, sobre el adverso oleaje, entre sirtes y tempestades, y concluye con colegio
y una iglesia.
Antes
que educador es sacerdote, y sin
embargo, primero crea el Colegio, y luego
la Iglesia. De igual manera que Las Casas: primero la libertad y la
instrucción del indio, después la
penitencias y las pracas, el culto en su modesto sayal de misionero toma
esplendor de las purpuras
pontificales.
Qué alta
significación de esta obra de Fantino;
junto al colegio de San Sebastián, la iglesia de San Antonio.
Como
si quisiera convertir sus ansias de trabajo en perenne cilicio de sus carnes,
funda otro colegio, en la sagrada eminencia
del Santo Cerro, y como es tierra de leyendas guerreras y cristinas, de
batallas y apariciones, le da el mejor y
más significativo de los nombre el de ´Padre Las Casas.
Al
mismo es sacerdote y el maestro, encarnados en un solo espíritu, servirán a la
Patria y al Señor, lo mismo que Las Casas, convirtiendo la Fe al aborigen y
haciendo digna de España su conquista.
Fantino
era la Cruz y el Libro. Las Casas La
Cruz y La Palma de la Libertad.
Así en el
espléndido Valle de La Vega Real,
maravilla de Colón, en que Las Casas
dijo en su primera misa, Fantino musitó su último reposo. En la vida y en la
muerte, en la historia, las generaciones descubrirán en el alma de Fantino algo
del Alma Invencible de Las Casas,.
De todas las funciones de
ejerce el hombre sobre la tierra, ninguna más alta, noble, excelsa que la
enseñanza de la verdad. Y cuando el pan de la verdad es amasado con la levadura del evangelio, cuando en él
palpita el aliento del señor, entonces
la función se convierte en sacrosanto ministerio; entonces surgen
apóstoles y profetas; hombres por cuya boca
sale, Transfiguraciones, el mirífico soplo de la Verdad Eterna.
Fantino cumplió fielmente
con tales conceptos del Señor. MISONERO
CATOLICO, se le llama y misionero fue toda la vida, hombre de abnegación sin
límites. Educar almas y cerebros; ser
agente de la misericordia infinita del Señor; fue la misión ejercida por
Fantino. Apóstol de la caridad y la verdad Maestro de la mente y del espíritu.
Maestro siempre.
Maestro cuando desde la cátedra sagrada
derrama sobre la muchedumbre la luz del Evangelio; Maestro cuando en la
cátedra laica enseña a sus discípulos
las verdades de la ciencia.
Nacido con el ansia de
evangelizar, de seguir las huellas del supremo maestro, se le ve abandonar el
suelo patrio en busca de almas que
redimir, de corazones que consolar, de mentes
que iluminar. Monseñor E liseo
Pérez Sánchez, lo define con estas bellas palabras “ colocar una escuela
al lado del templo, un aula al
lado de un oratorio, un himno religioso al
lado de un cántico escolar” “ no fue educador antes que sacerdote; fue sacerdote en perenne función de educador.
Ante que la iglesia construyó el colegio; pero ambos fueron augustos templos de
instrucción. Alguno que creyó en la incompatibilidad de la religión y de la
ciencia, tomó de blanco de su crítica
esta doble función de Fantino.
Cuando Fantino, llega a
Santo Domingo, en el propio local del Seminario,
junto a la escuela religiosa establece la escuela laica, animada ambas por un
mismo espíritu, se traslada a Monte Cristy,
y en un brevísimo tiempo allí
funda una escuela y proyecta la construcción
de un templo. Arriba a La Vega, y
al lado del Colegio San Sebastián edita
la Iglesia de San Antonio; y para garantizar más el simbolismo de la enseñanza al amparo de la Cruz. Y bajo
los amorosos ojos de María Santísima de
las Mercedes, funda otro colegio, en la sagrada eminencia del Santo Cerro, que
le dio el nombre de Padre Las Casas.
Grandiosa la función del
Maestro. Víctor Hugo, escribe “Moldear un cuerpo y darle vida es grande; pero
moldear un alma, es más grande todavía”.
De la consagración de
Fantino al Magisterio, dan fe las precitadas
palabras suyas; “estoy tan
penetrado en la eficacia de la enseñanza religiosa a los niños para cooperar
más tarde a la salvación de muchas alma, que no pienso dejar nunca de ocuparme
de ellos hasta la muerte”.
La caridad de Fantino.
Sólo admite comparación con la de San
Francisco de Asís, de Fantino puede decirse que vivió con la diestra extendida para la dádiva. Y
sin embargo; ni aun los mismos a quienes repartía “pan de resignación y pan de
trigo, alcanzaron a conocerla en toda su
magnitud. Porque era caridad que se cubría con el púdico manto del silencio,
caridad ejercida sobre el precepto bíblico “más
cuando tú haces limosna, no sepa tu izquierda lo que
hace tu derecha”.
En el ejercicio de esta virtud, la más alta de
las tres teologales, fue también Fantino
maestro por la excelencia; Maestro, por sus incontables obras de misericordia.
Maestro por la virtualidad de su ejemplo
La caridad de Fantino.
Centenares de anécdotas la testifican.
Quien pudo atesorar riquezas murió en
absoluta pobreza. La tranquilidad y la paz han de buscarse principalmente en
una abundante efusión de caridad. Escribió León XIII, en su encíclica Rerum Novarum.
Fantino y Billini.
Apóstoles de la Caridad y de la Enseñanza; ríos gemelos que corrieron por el
mismo cauce; el amor a la Humanidad, escala la más corta, la más segura, la más
perfecta para elevarnos a hasta Dios.
*Colegio
San Sebastián.
El 24 de agosto de 1903, llegó el ´Padre
Francisco Fantino Falcón la Vega, no fue
sino el 1ro. de septiembre de 1903, que
abrió sus puertas el Colegio San Sebastián, porque la Ley General de Educación vigente desde el 4 de julio de 1902, disponía que las vacaciones en las
escuelas públicas durasen hasta el 31 de
agosto ( ver la Gaceta Oficial, Santo Domingo, 12 de julio de 1902. Núm. 1456)
Para
esa fecha del 1ro d septiembre de 1903, fundó el Colegio San Sebastián, en un local propiedad
de Zoilo García, ubicado en la calle El Comercio.
Don
Manuel Ubaldo Gómez Moya, dice que su hijo Licdo. Manuel Ubaldo Gómez, ingresó
al colegio desde que este fue abierto en
la calle el Comercio. Fantino, ejerció
de maestro desde que llegó a La Vega, en la casa propiedad de la Sucesión
Rodríguez, primero e inmediatamente en
el edificio que ocupaba la Sociedad “Amor al Estudio”, en la calle El Progreso
Núm. 25 (hoy Padre Adolfo), en ambos
sitios conjuntamente, por poco tiempo.
Los primeros internos unos (60) alumnos del Colegio San Sebastián, parte de ellos: Santiago Agustín Martínez;
Aníbal y Guarionex Gómez; Héctor García; Antonio y Manuel V. Córdoba Lazala;
José Leoncio Roca ( cheo) de Dajabón; Agustín Castillo de Montecristi;
Otros alumnos del Colegio en sus inicios; Federico
García Godoy Hijo; Rafael y Julio
Fernández; Pascasio Toribio Hijo;
Francisco Grullón (fifico); Gustavo Brens; Ramón Abreu; Manuel Lora:
Adamas menciona el Licdo. Don Manuel Ubaldo Gómez
Moya, como profesores; del referido
Colegio: Alcadio Pereira; Diego de
Peña; Oreste Menicucci; E.G. Ceara y F.M. Gómez (Quin), también: en
los primeros años impartieron docencia Don Manuel Ubaldo Gómez Moya; Don
Federico García-Godoy; los ingenieros Alfredo Scaroina y Zoilo Hermógenes
García; el Pbro. Manuel Ramón Rodríguez;
Juan José Sánchez, Julio Espaillat de la Mota;
Luis José Sánchez, Arturo Frites Roque, José Granados Alonzo, Juan
Francisco Alfonseca (Musie Alfonseca)
*Iglesia
de San Antonio.
La
construcción de la Iglesia de San Antonio, después de su regreso de Italia,
en octubre de 1910 (Listín Diario, martes 11 de
octubre de 1910. Núm. 6397), con la cooperación de un grupo de
fieles iniciaron la construcción de la iglesia San Antonio, la
misma se inició el 7 de octubre de 1911 y terminada tres meses más tarde el 7
de noviembre del mismo año fue puesta la
Cruz del Campanario y terminada el 9 de diciembre de mismo año (1911).
Siendo
el 12 de diciembre de 1910, cantó la
primera misa en esa iglesia el Padre Armando Lamarche, vicario foráneo de la
Parroquia de La Vega, (apunte conservado
en un libro religioso de la Sra. Manuela Andújar, quien por encargo
del Padre Fantino daba el jornal a los trabajadores).
Siendo
la bendición un tiempo más tarde según apunte
dejado por Fantino, fue el 14 de
junio de 1915, día de San Antonio de Padua. Interviniendo en la construcción
Manuel de Jesús Gil ( fello) y Magdaleno del Orbe, que tuvieron a su cargo los trabajos de
carpinterías, Samuel Mendoza, hizo los pilotillos de concreto.
De
acuerdo a una libreta encontrada escrita
por el Padre Fantino, los nombres de los contribuyentes que pasaron de $600.00 pesos encabezados por: Francisco
Holguín (Magollo), y Pepe Mota, Sra. Teresa Moya, regaló también la campana,
según una carta dirigida a Mons. Nouel, por el P. Fantino; que decía “Doña Teresa recibió aviso de que
las campañas, encargada por Doña Trina,
para la Iglesia de San Antonio, llegará próximamente.- por lo tanto suplico a
su señoría se digne hacerme mandar las declaración necesaria para la
exoneración de los derechos de aduana, y también darme facultad de bendecirla, está fechada 16
de diciembre de 1914, de acuerdo a la
nota en una libreta del P. Fantino. La
Bendición se efectuó el día 2 de febrero de 1915.
Fuente:
François F. Sevez. fils. Obra Bosquejo
Biográfico del Padre Fantino. Año 1941. Imp. El Progreso, La Vega.
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