viernes, 7 de octubre de 2016

dentidad dominicana.

dentidad dominicana.

LUCIANO FILPO
 http://elpoder.com.do/identidad-dominicana/

La conformación del pueblo dominicano ha sido un proceso paulatino, lento, integrador. El pueblo es una noción o categoría de análisis, que hace referencia a un sujeto con vocación política, que construye y articula valores identitarios articulados a una nación. En una dinámica de varios siglos se ha articulado lo popular y con ello lo nacional. Franklin Franco sostiene, que en el plano étnico, negros y mulatos desempeñan un papel cardinal en la formación del pueblo dominicano. Nación y pueblo son nociones importantes como categorías analíticas, si el pueblo es el sujeto, la nación es el sentimiento, la conformación sentimental articulada a la cultura material y espiritual que se corresponden con un nicho ecológico determinado. La nación es pertenencia, identidad, configuración, territorio, lengua, vínculos económicos y de sobrevivencia. Diversos procesos sociales, políticos e históricos han fungido como condicionantes en la construcción de esa identidad. Despoblaciones, sensación de olvido y desamparo, desarraigo cultural de los orígenes. El pueblo se integra de forma paulatina en la articulación de europeos, africanos y los vestigios culturales aborígenes, así como la presencia de otros merodeadores del caribe. Juan Bosch insiste en la tesis que durante varios siglos, el caribe se constituyó en la frontera de los imperios, en el escenario donde convergen intereses múltiples y diversos, pero orientados a desmembrar la pretensión hispánica de mantener un imperio infalible e ingobernable. Estas luchas continuas entre potencias europeas generan para el caribe una cultura defensiva, la necesidad de levantar muros y, murallas así como la expresión de un carácter agreste y autoritario entre los moradores caribeños. Para Pedro San Miguel, el fomento de una economía de plantación agroexportadora en el área insular es un factor preponderante en la definición de los pueblos y las nacionalidades caribeñas. En el caribe español los elementos culturales hispánicos se convierten en hegemónicos y catalizadores de la identidad.
Históricamente ha existido una lucha sorda y excluyente entre quienes procuran explicar, analizar y exponer la conformación del pueblo dominicano. Como se ha dicho en entregas anteriores aquí se ha construido y articulado una ideología racial, un enfoque etno-antropologico en caminado a convertir en invisible el aporte de la población de origen africano a la conformación del pueblo dominicano. Aun aparecen individuos e intelectuales etnocentristas que atribuyen al negro una condición primitiva y tribal. Como un ente poco civilizado, y por consiguiente una amenaza para la identidad. Estos enfoques procuran ante todo generar sentimientos de animadversión hacia el pueblo haitiano que predominante el negro. Para Marcia Veloz Magiolo la identidad del dominicano es frágil, vulnerable, suele negar la conformación identitaria, un pueblo mulato y negro que se percibe como blanco, que respira como blanco, que piensa como blanco, valora la belleza como blanco. Esta situación es la expresión de grupos oligárquicos prehispánicos, los cuales han animado de forma solapada o abierta el rechazo y el temor hacia el pueblo haitiano. Después de la independencia nacional se ha perdido la soberanía varias veces y en cada ocasión el pueblo se ha erigido en sujeto histórico y político capaz de restaurar la soberanía y la preservación de la identidad.
La alimentación del sentimiento nacional de forma chovinista y xenófoba es una apuesta a la confrontación y rechazo de otros pueblos y culturas. La historia de la humanidad está preñada de registros que evidencian confrontaciones, segregaciones y enfrentamientos entre pueblos vecinos o hermanos. Desde el mundo griego se habla de guerras fratricidas o entre pueblos hermanos y que mantienen la hegemonía y superioridad de uno sobre otro. En el siglo XIX, Eugenio María de Hostos y José Ramón López atribuían las extravías, guerras y complejo heroico del dominicano a los elementos relacionados con la carencia educativa, alimentaria y carencia de higiene. Por su parte juan Bosch da una explicación política y social, sostiene en varias de sus obras que aquí no se articuló una clase gobernante, no habían unas relaciones sociales claramente definidas, lo que provoca a su vez un conjunto de anomias y arritmias históricas: por otro lado, durante el siglo XX, el pueblo dominicano ha padecido la injerencia norteamericana, la confrontación para salir de interventores. Aquí se ha desarrollado un sentimiento anti norteamericano, anti imperialista, pero a su vez entre los dominicanos existe una sensación soterrada y a veces abierta de querer migrar hacia la sociedad norteamericana. El dominicano es un pueblo con extravíos, anomias, desesperanzas, y búsqueda continua del bienestar. Aquí se genera una situación de vacío existencial, de derrumbe y perdida de la confianza hacia el futuro. El dominicano común aspira migrar a otras sociedades con el propósito de suplir las carencias insatisfechas en nuestra sociedad.

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