LA NOCHE DE LOS CUCHILLOS LARGOS (OPERACIÓN COLIBRÍ)
Finalizando
el año 1933, la débil salud del Presidente de la República Paul von
Hindenburg se resiente y ya es patente de que durará poco tiempo. En
Marzo de 1934 tanto Adolf Hitler como El Ministro de Defensa Werner von
Blomberg reciben una nota oficial en la que se les comunica que
Hindenburg está gravemente enfermo quedándole poco tiempo de vida. Es el
momento idóneo para preparar la sucesión. Hitler redacta secretamente
un comunicado que será leído en el momento de la muerte del Presidente
de la República y en que anunciará la fusión incondicional de los cargos
de Presidente de la República, la de Canciller y la jefatura absoluta
de las Fuerzas Armadas.
Ernst
Rohm, que se mantiene en la sombra política del NSDAP y desplazado por
Himmler, confía en recobrar su liderazgo
dentro de la SA y mantiene conversaciones con los militares del NSDAP a
fin de recaudar apoyos para que la SA sustituya, cuando muera
Hindenburg, al ejército republicano formado por viejos soldados de la
Primera Guerra Mundial y que nada tenían que ver con las tendencias
ultraderechistas del NSDAP. Esta futura y teórica sustitución de la SA
por el ejército regular ponía en peligro la idea de que Hitler fuese el
jefe de las Fuerzas Armadas encontrándose a un Ernst Rohm disputándole
el poder.
Rohm,
siempre impulsivo y con modales primitivos, intenta que la SA recobre
el papel protagonista que años atrás ayudó al surgimiento y auge del
Partido Nazi. No olvida que él fue quien al mando de los miembros de la
SA y desde 1921 mantenía el orden en asambleas y mítines, se llevó el
peor título de vándalo por su ataques y agresiones contra los opositores
mientras que aquel joven Adolf Hitler acaparaba inexorablemente fama y
poder. Posiblemente en la mente de Ernst Rohm estuviese la idea de que
si la SA se convirtiese en el ejército regular alemán, tendría las armas
políticas y militares necesarias para expulsar a Hitler del gobierno
nazi.
La
ecuación entre Hitler y Rohm es fácil. Cuando Hindenburg fallezca,
Hitler unirá los cargos de Presidente de la República con el Canciller y
la jefatura del ejército teniendo así total poder no solamente sobre
Alemania, sino controlando los poderes legislativo, ejecutivo y judicial
podrá ejecutar sus planes de expansión por Europa. Rohm, por su lado,
es consciente de estas intenciones y ansía el poder que pronto tendrá su
ahora rival Adolf Hitler. El rencor entre ambos es patente.
Hitler,
sabedor de las intenciones de Rohm, se prepara en secreto para
eliminarlo pero teniendo cuidado en la manera de hacerlo porque tiene
muchos líderes medios (civiles y militares) del NSDAP que le dan su
apoyo incondicional. El 10 de Abril de 1934 Adolf Hitler nombra a su
fiel Heinrich Himmler jefe de la Gestapo y la primera orden es que
redacte, ayudado por Goebbels, Goering y Heydrich, una lista de aquellos
miembros del Partido Nazi que apoyan a Rohm incluyendo a partidarios de
Hindenburg. La lista, encabezada por este, contiene centenares de
nombres pero hay que ir despacio; Hitler no quiere cometer errores.
Junto
a esta lista, Himmler y su ayudante Heydrich redactan un documento en
el que aportan pruebas falsas de que Rohm había aceptado de Francia un
total de 12 millones de marcos para eliminar política o físicamente a
Adolf Hitler. Este documento falso junto a las pruebas también
falsificadas fue remitido el 24 de Junio a los mandos altos e
intermedios de la SS y, por lo tanto, llegó inmediatamente a Adolf
Hitler que aunque dudó mucho de la veracidad del informe no lo descartó.
Hitler no sabe que todo es una trama urdida por ambos para que autorice
la purga interna del Partido Nazi. Heinrich Himmler, Joseph Paul
Goebbels y Reinhard Heydrich acuerdan una palabra secreta, Kolibri, por
la que, cuando comience la eliminación total de la SA, ellos puedan
lanzar a sus SS para asesinar sistemáticamente a los integrantes de la
lista.
La
trampa está preparada y comienza la limpieza el 20 de Julio de 1934
cuando Hitler toma la decisión de desmantelar definitivamente a la SA;
los ahora ya más de 200.000 hombres de la SS dirigidos por Himmler
quitan toda autoridad a la SA y desarman totalmente a sus miembros.
Aquella joven y pendenciera guardia que Ernst Rohm dirigió para ayudar a
Adolf Hitler se ha esfumado. Solamente queda activo el ahora consabido
homosexual Rohm (el descubrimiento afectó mucho a Hitler que odiaba esta
tendencia sexual) y algunos integrantes del Partido Nazi que le apoyan.
No durarán mucho.
El
27 de Junio de 1934 Hitler se reúne con von Blomberg y el General
Walter von Reichnenau para confirmar de que le son leales; para
demostrarlo ambos militares mandan comunicados al ejército alemán
poniéndolo en situación de alerta por una posible revuelta contra el
Führer y este mismo día Ernst Rohm es expulsado de la Liga de Oficiales
Alemanes. Rohm ya está totalmente neutralizado y Hitler se siente más
seguro en el poder. No obstante su creciente odio hacia Rohm no le
permite dormir y toma la decisión de eliminarlo definitivamente mediante
un astuto ardid. Hitler comunica a Rohm que desea tener una
conversación con él y otros antiguos líderes de la SA y les convoca a
una reunión el 30 de Junio de 1934 en el Hotel Hanselbauer, situado en
la localidad de Bad Wiesse (a 48 kilómetros de Munich).
Hitler
avisa a Himmler para que prepare a sus SS y le acompañen a la reunión
aunque con intenciones diferentes: Van a acabar con Rohm. Al medio día
Hitler lo encuentra en el Hotel Hanselbauer ya detenido y custodiado por
dos agentes de la SD que portan sus armas en la mano y con los seguros
quitados. Durante el registro del Hotel por parte de los SS encuentran
en una de sus habitaciones al antiguo líder de la SA en Breslau, Edmun
Heines de 37 años, compartiendo cama y sexo con un joven de 18 años y
también anterior miembro de la SA. Por orden directa de Hitler, varios
SS disparan contra los dos en la misma cama hasta matarlos sin tener la
menor oportunidad de defenderse. A lo largo del día 30 de Junio otros
200 miembros de la SA son paulatinamente detenidos según van llegando
por tren o automóvil al Hotel previsto para la falsa reunión.
La
descripción de estos hechos fue detallada por el chofer de Hitler Erich
Kempka que fue testigo presencial de los sucesos. Este chofer sería,
hasta 1945, el conductor de confianza y casi confesor de Hitler y así
mismo la persona encargada de suministrar la gasolina con la que los
cuerpos de Hitler y Eva Braun serían incinerados. Pero este detalle será
ampliado en el capítulo adecuado.
La
SS encierra a Rohm en la prisión de Stadelheim (Munich) y el 2 de Junio
Hitler le visita en su celda informándole de que todo está acabado,
sabe de los falsos planes para acabar con su vida y Rohm le contesta
sorprendido que debe de tratarse de una trampa, él tiene diferencias
políticas importantes dentro del Partido Nazi pero que jamás osaría
atentar contra la vida del
Führer. Hitler no le cree pero al mirar a
los ojos de Rohm recuerda los años pasados y sus comienzos políticos por
lo que se inclina por perdonarle la vida. Hermann Goering y Heinrich
Himmler hablan aparte con Hitler y le convencen de que Rohm representa
una amenaza para él y para el gobierno nazi. Debe matarlo a cualquier
precio. A petición de
Hitler, los miembros de la SS y adscritos a
la SD Michael Lippert y Theodor Eicke (en ese momento Comandante del
campo de concentración de
Dachau) entran en la celda y ordenan a Rohm
que se suicide como una salida honrosa entregándole una pistola cargada
con una bala y dándole 10 minutos para hacerlo; Rohm está asustado por
esta petición y se niega rotunda y repetidamente a cometer suicidio
incitando a
Hitler, que se mantenía ahora fuera, a
hacerlo con la frase “si tengo que morir que lo haga Hitler en persona”;
lo dejan solo y cierran la puerta de la celda. Transcurridos los 10
minutos y no haber escuchado ninguna detonación de disparo, Lippert y
Eicke sacan sus pistolas de las fundas y entran en la celda
encontrándose a Rohm con la camisa quitada y a pecho descubierto que
comienza a desafiarles enloquecido; no lo dudan, comienzan a disparar
repetidamente contra Rohm que muere acribillado a balazos.
Hitler
regresa a la sede del NSDAP en Munich y se encuentra allí congregados a
un gran número de miembros del Partido Nazi entre los que se encuentran
antiguos SA (algunos habían sido citados en Bad Wiesse pero se negaron a
ir). El
Führer, colérico, rabioso y embravecido a la
vez por el asesinato de
Rohm, comienza a vociferar que “ha sufrido la peor traición de la historia” y detalla ante los presentes que “los sujetos indisciplinados y desobedientes y los elementos asociales y enfermos serían inhabilitados”;
Todos, unos por estar de acuerdo con las palabras de Hitler y otros por
miedo principalmente, aplaudieron sus palabras con tal entusiasmo que
hasta Rudolf Hess sacó su arma de la funda y gritó que él mismo
disparará con los traidores al gobierno nazi. Este mismo día, el 2 de
Julio, Hitler radia un mensaje por toda Alemania pero especialmente
dirigido a las Fuerzas Armadas (que estaban en alerta desde el 27 de
Junio) en el que intenta justificar los crímenes: “En esta hora yo
era responsable de la suerte de la nación alemana, así que me convertí
en el juez supremo del pueblo alemán. Di la orden de disparar a los
cabecillas de esta traición y además di orden de cauterizar la carne
cruda de las úlceras de los pozos envenenados de nuestra vida doméstica
para permitir a la nación conocer que su existencia, la cual depende de
su orden interno y su seguridad, no puede ser amenazada con impunidad
por nadie. Y hacer saber que en el tiempo venidero, si alguien levanta
su mano para golpear al Estado, la muerte será su premio”. Dio a
entender a la nación alemana que tanto la muerte de Rohm como del resto
de ciudadanos asesinados durante la Noche de los Cristales Rotos fueron
debidas por un intento de golpe de estado fallido contra el
Führer.
Goebbels,
que había participado en la detención de Rohm y tras estos hechos,
regresa a Berlín y realiza una llamada telefónica a Hermann Goering en
la que solamente se dice una palabra: “Kolibri". Todos las unidades de la SA salen en busca de los integrantes de la lista para acabar con ellos inmediatamente.
Los
asesinatos cometidos por la SS en colaboración con la Gestapo entre el
30 de Junio y el 2 de Julio de 1934, reconocidos y documentados,
sobrepasaron los 80. Hay historiadores que cifran estos crímenes en
varios cientos y en más de 1.000 los detenidos que serían enviados a
campos de concentración alemanes.
No
voy a enumerar a las víctimas de la Noche de los Cuchillos Largos
porque se sale de la biografía de Adolf Hitler amén de que sería
necesario decenas de páginas, cientos, para detallarlos con precisión.
Lo
que si es cierto es que estos sucesos depuraron el Partido Nazi
consiguiendo la amputación casi total de la SA, acabaron con aquellas
personas que fieles al Presidente Hindenburg (para estas fechas
agonizante) siempre se opusieron a que el NSDAP llegase al poder en
Enero de 1933 y otras que, sin ser políticos o militares, pertenecían a
la élite y burguesía alemana y que por su fama o popularidad habían sido
críticos pública y abiertamente con Adolf
Hitler. También fueron asesinados algunos
comunistas, diplomáticos, militares, policías, abogados, diputados,
líderes de partidos opositores, ingenieros e incluso el chofer de Ernst
Rohm. La limpieza ha terminado.
La
operación de maquillaje de la Noche de los Cuchillos Largos se pone en
marcha. La prensa y radio apenas dan la noticia de estos hechos (estaban
hábilmente manipulados por Goebbels) por lo que no aparece públicamente
el listado con los nombres de las víctimas pero la muerte de personajes
célebres o influyentes causa ciertos revuelos a nivel nacional.
Goering
ordena a la policía que queme o destruya todos aquellos dossiers,
documentos o informes que tengan relación con la Noche de los Cristales
Rotos y que representen una implicación de la SS y la Gestapo en los
crímenes cometidos.
Hitler
no pierde el tiempo y al día siguiente, 3 de Julio de 1934, lanza su
mensaje ante el
Reichtag: “Las medidas tomadas el 30 de
Junio, el 1 y el 2 de Julio para evitar asaltos traicioneros son legales
como actos de autodefensa por parte del Estado” y apremia al Parlamento
a que aprobase un decreto por el que daba carácter legal y con
retroactividad los hechos ocurridos en la Noche de los Cristales Rotos.
Es su Ministro de Justicia, Franz
Gürtner, quien redacta el texto del Decreto
siendo aprobado inmediatamente. Para que este Decreto tuviese más fuerza
su Ministro del Interior, Wilhelm
Frick, lo convierte en Ley a la que llamará
“Ley Referente a Medidas de Autodefensa del Estado”. El entonces
filósofo, asesor del NSDAP y especialista en temas jurídicos Karl
Schmitt, leal a la causa nazi, escribió un
artículo llamado “El Führer defiende la Ley” que fue difundido
por la prensa nacional y en el que justificaba tanto los hechos de la
Noche de los Cuchillos Largos como la posterior Ley derivada de ella.
La Noche de los Cristales Rotos sirvió de mensaje para toda la sociedad alemana: “Hitler es el Juez Supremo del pueblo alemán”.
Esta frase sería acuñada por Hitler en 1942 para definir su sistema de
dictadura totalitaria. La depuración política en la SA dejó maltrechos
sus efectivos; si a la muerte de Rohm había más de 3 millones de
voluntarios para el año 1938 la SA disponía solamente de poco más de 1
millón de hombres.
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