lunes, 10 de octubre de 2016

LA NOCHE DE LOS CUCHILLOS LARGOS


LA NOCHE DE LOS CUCHILLOS LARGOS
 http://www.elholocausto.net/parte01/0113.htm


Extracto del libro ADOLF HITLER, EL MUNDO EN LLAMAS, capítulo "La Noche de los Cuchillos Largos. Operación Colibrí": 
LA NOCHE DE LOS CUCHILLOS LARGOS (OPERACIÓN COLIBRÍ)
Finalizando el año 1933, la débil salud del Presidente de la República Paul von Hindenburg se resiente y ya es patente de que durará poco tiempo. En Marzo de 1934 tanto Adolf Hitler como El Ministro de Defensa Werner von Blomberg reciben una nota oficial en la que se les comunica que Hindenburg está gravemente enfermo quedándole poco tiempo de vida. Es el momento idóneo para preparar la sucesión. Hitler redacta secretamente un comunicado que será leído en el momento de la muerte del Presidente de la República y en que anunciará la fusión incondicional de los cargos de Presidente de la República, la de Canciller y la jefatura absoluta de las Fuerzas Armadas. 
Ernst Rohm, que se mantiene en la sombra política del NSDAP y desplazado por Himmler, confía en recobrar su liderazgo dentro de la SA y mantiene conversaciones con los militares del NSDAP a fin de recaudar apoyos para que la SA sustituya, cuando muera Hindenburg, al ejército republicano formado por viejos soldados de la Primera Guerra Mundial y que nada tenían que ver con las tendencias ultraderechistas del NSDAP. Esta futura y teórica sustitución de la SA por el ejército regular ponía en peligro la idea de que Hitler fuese el jefe de las Fuerzas Armadas encontrándose a un Ernst Rohm disputándole el poder.
Rohm, siempre impulsivo y con modales primitivos, intenta que la SA recobre el papel protagonista que años atrás ayudó al surgimiento y auge del Partido Nazi. No olvida que él fue quien al mando de los miembros de la SA y desde 1921 mantenía el orden en asambleas y mítines, se llevó el peor título de vándalo por su ataques y agresiones contra los opositores mientras que aquel joven Adolf Hitler acaparaba inexorablemente fama y poder. Posiblemente en la mente de Ernst Rohm estuviese la idea de que si la SA se convirtiese en el ejército regular alemán, tendría las armas políticas y militares necesarias para expulsar a Hitler del gobierno nazi.
La ecuación entre Hitler y Rohm es fácil. Cuando Hindenburg fallezca, Hitler unirá los cargos de Presidente de la República con el Canciller y la jefatura del ejército teniendo así total poder no solamente sobre Alemania, sino controlando los poderes legislativo, ejecutivo y judicial podrá ejecutar sus planes de expansión por Europa. Rohm, por su lado, es consciente de estas intenciones y ansía el poder que pronto tendrá su ahora rival Adolf Hitler. El rencor entre ambos es patente.
Hitler, sabedor de las intenciones de Rohm, se prepara en secreto para eliminarlo pero teniendo cuidado en la manera de hacerlo porque tiene muchos líderes medios (civiles y militares) del NSDAP que le dan su apoyo incondicional. El 10 de Abril de 1934 Adolf Hitler nombra a su fiel Heinrich Himmler jefe de la Gestapo y la primera orden es que redacte, ayudado por Goebbels, Goering y Heydrich, una lista de aquellos miembros del Partido Nazi que apoyan a Rohm incluyendo a partidarios de Hindenburg. La lista, encabezada por este, contiene centenares de nombres pero hay que ir despacio; Hitler no quiere cometer errores.
Junto a esta lista, Himmler y su ayudante Heydrich redactan un documento en el que aportan pruebas falsas de que Rohm había aceptado de Francia un total de 12 millones de marcos para eliminar política o físicamente a Adolf Hitler. Este documento falso junto a las pruebas también falsificadas fue remitido el 24 de Junio a los mandos altos e intermedios de la SS y, por lo tanto, llegó inmediatamente a Adolf Hitler que aunque dudó mucho de la veracidad del informe no lo descartó. Hitler no sabe que todo es una trama urdida por ambos para que autorice la purga interna del Partido Nazi. Heinrich Himmler, Joseph Paul Goebbels y Reinhard Heydrich acuerdan una palabra secreta, Kolibri, por la que, cuando comience la eliminación total de la SA, ellos puedan lanzar a sus SS para asesinar sistemáticamente a los integrantes de la lista.
La trampa está preparada y comienza la limpieza el 20 de Julio de 1934 cuando Hitler toma la decisión de desmantelar definitivamente a la SA; los ahora ya más de 200.000 hombres de la SS dirigidos por Himmler quitan toda autoridad a la SA y desarman totalmente a sus miembros. Aquella joven y pendenciera guardia que Ernst Rohm dirigió para ayudar a Adolf Hitler se ha esfumado. Solamente queda activo el ahora consabido homosexual Rohm (el descubrimiento afectó mucho a Hitler que odiaba esta tendencia sexual) y algunos integrantes del Partido Nazi que le apoyan. No durarán mucho. 
El 27 de Junio de 1934 Hitler se reúne con von Blomberg y el General Walter von Reichnenau para confirmar de que le son leales; para demostrarlo ambos militares mandan comunicados al ejército alemán poniéndolo en situación de alerta por una posible revuelta contra el Führer y este mismo día Ernst Rohm es expulsado de la Liga de Oficiales Alemanes. Rohm ya está totalmente neutralizado y Hitler se siente más seguro en el poder. No obstante su creciente odio hacia Rohm no le permite dormir y toma la decisión de eliminarlo definitivamente mediante un astuto ardid. Hitler comunica a Rohm que desea tener una conversación con él y otros antiguos líderes de la SA y les convoca a una reunión el 30 de Junio de 1934 en el Hotel Hanselbauer, situado en la localidad de Bad Wiesse (a 48 kilómetros de Munich). 
Hitler avisa a Himmler para que prepare a sus SS y le acompañen a la reunión aunque con intenciones diferentes: Van a acabar con Rohm. Al medio día Hitler lo encuentra en el Hotel Hanselbauer ya detenido y custodiado por dos agentes de la SD que portan sus armas en la mano y con los seguros quitados. Durante el registro del Hotel por parte de los SS encuentran en una de sus habitaciones al antiguo líder de la SA en Breslau, Edmun Heines de 37 años, compartiendo cama y sexo con un joven de 18 años y también anterior miembro de la SA. Por orden directa de Hitler, varios SS disparan contra los dos en la misma cama hasta matarlos sin tener la menor oportunidad de defenderse. A lo largo del día 30 de Junio otros 200 miembros de la SA son paulatinamente detenidos según van llegando por tren o automóvil al Hotel previsto para la falsa reunión. 
La descripción de estos hechos fue detallada por el chofer de Hitler Erich Kempka que fue testigo presencial de los sucesos. Este chofer sería, hasta 1945, el conductor de confianza y casi confesor de Hitler y así mismo la persona encargada de suministrar la gasolina con la que los cuerpos de Hitler y Eva Braun serían incinerados. Pero este detalle será ampliado en el capítulo adecuado.
La SS encierra a Rohm en la prisión de Stadelheim (Munich) y el 2 de Junio Hitler le visita en su celda informándole de que todo está acabado, sabe de los falsos planes para acabar con su vida y Rohm le contesta sorprendido que debe de tratarse de una trampa, él tiene diferencias políticas importantes dentro del Partido Nazi pero que jamás osaría atentar contra la vida del Führer. Hitler no le cree pero al mirar a los ojos de Rohm recuerda los años pasados y sus comienzos políticos por lo que se inclina por perdonarle la vida. Hermann Goering y Heinrich Himmler hablan aparte con Hitler y le convencen de que Rohm representa una amenaza para él y para el gobierno nazi. Debe matarlo a cualquier precio. A petición de Hitler, los miembros de la SS y adscritos a la SD Michael Lippert y Theodor Eicke (en ese momento Comandante del campo de concentración de Dachau) entran en la celda y ordenan a Rohm que se suicide como una salida honrosa entregándole una pistola cargada con una bala y dándole 10 minutos para hacerlo; Rohm está asustado por esta petición y se niega rotunda y repetidamente a cometer suicidio incitando a Hitler, que se mantenía ahora fuera, a hacerlo con la frase “si tengo que morir que lo haga Hitler en persona”; lo dejan solo y cierran la puerta de la celda. Transcurridos los 10 minutos y no haber escuchado ninguna detonación de disparo, Lippert y Eicke sacan sus pistolas de las fundas y entran en la celda encontrándose a Rohm con la camisa quitada y a pecho descubierto que comienza a desafiarles enloquecido; no lo dudan, comienzan a disparar repetidamente contra Rohm que muere acribillado a balazos.
Hitler regresa a la sede del NSDAP en Munich y se encuentra allí congregados a un gran número de miembros del Partido Nazi entre los que se encuentran antiguos SA (algunos habían sido citados en Bad Wiesse pero se negaron a ir). El Führer, colérico, rabioso y embravecido a la vez por el asesinato de Rohm, comienza a vociferar que “ha sufrido la peor traición de la historia” y detalla ante los presentes que “los sujetos indisciplinados y desobedientes y los elementos asociales y enfermos serían inhabilitados”; Todos, unos por estar de acuerdo con las palabras de Hitler y otros por miedo principalmente, aplaudieron sus palabras con tal entusiasmo que hasta Rudolf Hess sacó su arma de la funda y gritó que él mismo disparará con los traidores al gobierno nazi. Este mismo día, el 2 de Julio, Hitler radia un mensaje por toda Alemania pero especialmente dirigido a las Fuerzas Armadas (que estaban en alerta desde el 27 de Junio) en el que intenta justificar los crímenes: “En esta hora yo era responsable de la suerte de la nación alemana, así que me convertí en el juez supremo del pueblo alemán. Di la orden de disparar a los cabecillas de esta traición y además di orden de cauterizar la carne cruda de las úlceras de los pozos envenenados de nuestra vida doméstica para permitir a la nación conocer que su existencia, la cual depende de su orden interno y su seguridad, no puede ser amenazada con impunidad por nadie. Y hacer saber que en el tiempo venidero, si alguien levanta su mano para golpear al Estado, la muerte será su premio”. Dio a entender a la nación alemana que tanto la muerte de Rohm como del resto de ciudadanos asesinados durante la Noche de los Cristales Rotos fueron debidas por un intento de golpe de estado fallido contra el Führer.
Goebbels, que había participado en la detención de Rohm y tras estos hechos, regresa a Berlín y realiza una llamada telefónica a Hermann Goering en la que solamente se dice una palabra: “Kolibri". Todos las unidades de la SA salen en busca de los integrantes de la lista para acabar con ellos inmediatamente. 
Los asesinatos cometidos por la SS en colaboración con la Gestapo entre el 30 de Junio y el 2 de Julio de 1934, reconocidos y documentados, sobrepasaron los 80. Hay historiadores que cifran estos crímenes en varios cientos y en más de 1.000 los detenidos que serían enviados a campos de concentración alemanes.
No voy a enumerar a las víctimas de la Noche de los Cuchillos Largos porque se sale de la biografía de Adolf Hitler amén de que sería necesario decenas de páginas, cientos, para detallarlos con precisión.
Lo que si es cierto es que estos sucesos depuraron el Partido Nazi consiguiendo la amputación casi total de la SA, acabaron con aquellas personas que fieles al Presidente Hindenburg (para estas fechas agonizante) siempre se opusieron a que el NSDAP llegase al poder en Enero de 1933 y otras que, sin ser políticos o militares, pertenecían a la élite y burguesía alemana y que por su fama o popularidad habían sido críticos pública y abiertamente con Adolf Hitler. También fueron asesinados algunos comunistas, diplomáticos, militares, policías, abogados, diputados, líderes de partidos opositores, ingenieros e incluso el chofer de Ernst Rohm. La limpieza ha terminado.
La operación de maquillaje de la Noche de los Cuchillos Largos se pone en marcha. La prensa y radio apenas dan la noticia de estos hechos (estaban hábilmente manipulados por Goebbels) por lo que no aparece públicamente el listado con los nombres de las víctimas pero la muerte de personajes célebres o influyentes causa ciertos revuelos a nivel nacional. 
Goering ordena a la policía que queme o destruya todos aquellos dossiers, documentos o informes que tengan relación con la Noche de los Cristales Rotos y que representen una implicación de la SS y la Gestapo en los crímenes cometidos. 
Hitler no pierde el tiempo y al día siguiente, 3 de Julio de 1934, lanza su mensaje ante el Reichtag: “Las medidas tomadas el 30 de Junio, el 1 y el 2 de Julio para evitar asaltos traicioneros son legales como actos de autodefensa por parte del Estado” y apremia al Parlamento a que aprobase un decreto por el que daba carácter legal y con retroactividad los hechos ocurridos en la Noche de los Cristales Rotos. Es su Ministro de Justicia, Franz Gürtner, quien redacta el texto del Decreto siendo aprobado inmediatamente. Para que este Decreto tuviese más fuerza su Ministro del Interior, Wilhelm Frick, lo convierte en Ley a la que llamará “Ley Referente a Medidas de Autodefensa del Estado”. El entonces filósofo, asesor del NSDAP y especialista en temas jurídicos Karl Schmitt, leal a la causa nazi, escribió un artículo llamado “El Führer defiende la Ley” que fue difundido por la prensa nacional y en el que justificaba tanto los hechos de la Noche de los Cuchillos Largos como la posterior Ley derivada de ella. 
La Noche de los Cristales Rotos sirvió de mensaje para toda la sociedad alemana: “Hitler es el Juez Supremo del pueblo alemán”. Esta frase sería acuñada por Hitler en 1942 para definir su sistema de dictadura totalitaria. La depuración política en la SA dejó maltrechos sus efectivos; si a la muerte de Rohm había más de 3 millones de voluntarios para el año 1938 la SA disponía solamente de poco más de 1 millón de hombres. 

Nombre por el que es conocida la purga cruenta llevada a cabo por Adolf Hitler, el general Hermann Wilhelm Goering y el jefe de la SS, Heinrich Himmler, en la que varios miembros del Partido Nacional Socialista Alemán del Trabajo, entre otros, fueron asesinados en la noche del 30 de Junio al 1 de Julio de 1934. Las principales víctimas de la Noche de los Cuchillos Largos (denominación que dieron a aquellos acontecimientos los propios nacionalsocialistas) fueron Ernst Rohm, jefe de la SA, y sus lugartenientes, y muchas personalidades importantes que se habían opuesto a la hegemonía hitleriana en el partido desde 1931, como el también dirigente nazi Gregor Strasser o el general Kurt von Schleicher, quien había ocupado el cargo de canciller inmediatamente antes que Adolf Hitler.
El jefe de la Wehrmacht (Fuerzas Armadas Alemanas) y ministro de la Guerra, Werner von Blomberg, había comunicado claramente a Adolf Hitler que el plan de Ernst Rohm para que la SA controlara a aquella, y así asumir los cargos de aquel, era inaceptable. Werner von Blomberg había advertido que si se intentaba poner en práctica ese proyecto, el presidente de la República, Paul von Hindenburg, gravemente enfermo en aquellas fechas, entregaría el poder a la Wehrmacht e impondría la ley marcial. Adolf Hitler, que necesitaba el apoyo de las Fuerzas Armadas para ascender a la presidencia y llevar a cabo el rearme del país (por no mencionar el respaldo de los sectores conservadores, especialmente de la industria armamentista alemana, enfrentados al ala radical del partido nazi), decidió que había llegado el momento de actuar. Arrestó personalmente a Ernst Rohm en Munich y ordenó que fuera ejecutado por la Gestapo. Entre tanto, en Berlín, Goering y Himmler detuvieron y asesinaron a otros destacados miembros de la oposición. Este tipo de acciones se realizaron en toda Alemania y al final de la noche transcurrida entre el 30 de Junio y el 1 de Julio de 1934, el número de víctimas se acercó a 200, entre las cuales se incluyeron a monárquicos partidarios de la restauración de la familia Hohenzollern.
Las demandas del Ejército fueron satisfechas y cuando falleció Hindenburg el 2 de Agosto de ese año, la Wehrmacht no mostró oposición alguna a que Adolf Hitler uniera a su cargo de canciller alemán el de Führer, en sustitución del de presidente de la República, y el de jefe de la Wehrmacht, propuesta que fue respaldada por el plebiscito celebrado el 19 de Agosto. Sin embargo, el triunfo de los militares profesionales sobre las milicias del partido fue aparente, ya que la SS de Himmler, libres de cualquier supeditación a la SA, se convirtieron en una amenaza mucho mayor para el Ejército de lo que nunca hubieran sido los desorganizados escuadrones de la SA de Ernst Rohm.
Algunos miembros del Partido Nazi asesinados durante la Noche de los Cuchillos Largos:

? Ender Schulen: SA-Sturmbannführer
? Enkel: SA-Sturmbannführer
? Ghert: SA-Sturmbannführer
? Haber (Dr.)
? Heck: SA-Standartenführer
? Kamphauser: Ingeniero
? Kirschbaum
? Krause: SA-Sturmbannführer
? Lindemann (Dr.)
? Marcus: SA-Standartenführer
? Max: Chófer de Ernst Rohm
? Muhlert
? Surk: SA-Standartenführer
? Thomas: SA-Standartenführer
? Von der Decken
A. Charig
Adalbert Probst: Líder de las Juventudes Católicas
Alex Zweig
Alexander Glaser (Dr.)
Alois Bitman: SA_Scharführer
Anton Freiherr von Hohberg: SS-Obertruppführer
August Schneidhuber: Jefe de la policía de Munich
Bernhard Stempfle: Sacerdote católico
Daniel Gerth: SA-Obersturmführer
Edgar Julius Jung: Periodista y escritor
Edmun Neumeier: SS-Rottenführer
Edmund Heines: SA-Obergruppenführer
Elisabeth von Schleicher: Esposa del General von Scheicher
Emil Saasbach
Emil Sembach: SS-Oberführer
Erich Klausener (Dr.): Jefe del Partido del Centro
Erich Schieweck: SS-Obertruppführer
Ernestine Zoref
Ernst Martin Ewald
Ernst Oberfohren: Diputado nacionalista
Ernst Rohm: Líder de la SA
Erwald Kuppel Bergmann
Erwin Villain (Dr.): SA-Standartenartzt
Eugen von Kessel: Miembro de la policía
Ewald Koppel: Comunista
Ferdinand von Bredow: General del Ejército
Franz Blasner: SA-Truppführer
Freiherr von Guttenberg
Friedrich Karl Laemmermann: Jefe de las Juventudes Hitlerianas
Fritz Beck: Director
Fritz Gerlich: Periodista
Fritz Pleines: SS-Mann
Fritz Ritter von Krauser: SS-Obergruppenführer
Gaiseric Scherl: SA-Standartenführer
Georg von Detten: SA-Gruppenführer
Gerd Voss: Abogado
Gottard Langer: SA-Obertruppführer
Gregor Strasser: Gauletier
Gustav Fink: SS-Mann
Gustav Ritter von Kahr: Comisario para Baviera
Hans Graf von Spreti-Weillbach: SA-Standartenführer
Hans Hayn: SA-Gruppenführer
Hans Joachim von Falkenhausen: SA-Oberführer
Hans Karl Koch: SA-Brigadeführer
Hans Peter von Heydebreck: SA-Gruppenführer
Hans Ramshorn: SA-Brigadeführer
Hans Schmith: SA-Oberturmführer
Hans Schweighardt: SA-Standartenführer
Heinrich Konig: SA-Obercharführer
Heinrich Nixdorf: SA-Obercharführer
Herbert von Bose: Secretario de Franz von Papen
Hermann Mattheis (Dr.): SA_Standartenführer
Jeanette Zweig
Joachim Schroeder: SA-Obersturmführer
Karl Belding: SA-Standartenführer
Karl Eberhard von Wechmar: SA-Gruppenführer
Karl Ernst: SA-Gruppenführer
Karl Lipinsky: SA-Sturmführer
Karl Zehner: Socio de Ernst Rohm
Konrad Schragmuller: SA-Gruppenführer
Kurt Engelhart: SA-Sturmbannführer
Kurt von Schleicher: Canciller alemán entre 1932 y 1933
Lambeardus Ostendorp: SA-Obersführer
Martin Schatzl: SA-Standartenführer
Max Schulze: SA-Obersturmführer
Max Vogel: SA-Obersturmführer
Max Walter Otto Schuldt: SA-Sturmführer
Oskar Heines: SA-Obseturmbannführer
Oskar Stable: Miembro de los Freikorps
Ottmar Toifl: Comisario de Policía
Otto Ballerstadt: Diplomático
Otto Pietrzok: SA-Sturmbannführer
Otto Stucken: SA-Obersturmführer
Paul Rohrbein
Robert Heiser
Robert Reh: Comunista
Theodor Schmith: SA-Gruppenführer
Udo von Woyrsch
Veit Ulrich von Bredow: General del Ejército
Waltter Schulz
Walter Foster (Dr.): Abogado
Walther Schotte
Walther von Mohrenschidt
Werner Engels: SA-Sturmbannführer
Wilhelm Edward Smicht: SA-Gruppenführer
Wilhelm Sander: SA-Brigadeführer
Wilhelm Schmith: Crítico de música asesinado por error
Willi Klemm: SA-Brigadeführer
IMAGEN RELACIONADA





Caricatura de Adolf Hitler en la que, apoyado por Goering y
observado por Goebbels, somete a la SA tras asesinar a sus opositores

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