La derrota de otra esperanza femenina
El
machismo ha vuelto a salir triunfante. El radicalismo masculino se
impuso ante la coronación de Donald John Trump, un multimillonario
empresario que ha sido elegido mediante el voto popular como presidente
de los Estados Unidos.
La mujer americana, en un intento por
derribar ese estereotipo masculino, buscó de nuevo sin éxito conquistar
el poder político más importante de la Unión Americana con la figura de
Hillary Clinton.
Con la elección de Donald Trump como
presidente de los Estados Unidos se apagó la llama de la esperanza
femenina que buscaba demostrar que las mujeres, además de tener derecho,
sí pueden administrar los destinos de un país como el de los Estados
Unidos.
Donald Trump llega a la presidencia en un
momento en que la nación está viendo caer el poder hegemónico de los
Estados Unidos en el mundo por los desaciertos políticos y económicos de
las pasadas administraciones masculinas turnadas entre demócratas y
republicanos.
Donald Trump basó su campaña electoral
criticando duramente no solo a la administración demócrata bajo la
dirección presidencial de Barack Obama, sino también a la dirigencia del
partido republicano que le ha ganado el rechazo de connotados lideres
de ese partido.
Hillary Clinton, intentó y casi logra
romper los tabúes americanos de que la mujer no puede ocupar tan
importante cargo como Presidente de los Estados Unidos.
Al igual que Hillary, muchas fueron las
que en el pasado intentaron hacer lo mismo apareciendo en las boletas
electorales de diferentes estados; pero en épocas donde el reinado
machista se imponía con solidez. Les permitieron se nominaran a la
Presidencia o a la Vicepresidencia de la Unión Americana para
derrotarlas de manera vergonzosa.
Tales fueron los casos de Victoria
Woodhull, que en 1872 se postuló como Presidenta de los Estados Unidos.
Fue la primera mujer en postularse a tan importante cargo. Luego, en
1884 lo hizo Belva Lockwood, y 76 años después, en 1960, lo intentó
Oveta Hobby con el auspicio y apoyo total de Dwight D. Eisenhower.
Marietta Stow fue la primera mujer en
postularse para el cargo de Vicepresidente de los Estados Unidos, al
igual que Geraldine Ferraro en 1984 para el Partido Demócrata. Sarah
Palin lo intentó en el 2008 por el Partido Republicano.
Shirley Chisholm se convirtió en 1972 en
la primera candidata de raza negra que optó por ocupar el rango de
presidente de los Estados Unidos por el Partido Demócrata.
En 2008, desafiando todos los pronósticos
Hillary Clinton, en las primarias presidenciales del Partido Demócrata,
se convirtió en la primera mujer para ser tomada en cuenta como
candidata presidencial en cada primaria y caucus a nivel nacional.
Aun teniendo la experiencia política por
ocupar diferentes cargos importantes como secretaria de Estado de los
Estados Unidos y senadora por el estado de Nueva York entre otros, y aún
recibiendo apoyo de importantes líderes de su oponente partido
republicano, ha sido derrotada por el empresario Donald Trump cuando se
creía muy segura su elección presidencial.
Con estas elecciones presidenciales que
acaban de finalizar este 8 noviembre de 2016, los estadounidenses
continúan escribiendo la historia norteamericana con capítulos cargados
de expectativas de terror y miedo, manteniendo en lo alto la hegemonía
de los que representan y fortalecen la división, el racismo,
estereotipos y desigualdades sociales.
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