Explicación Histórica de nuestro Himno Nacional Dominicano
Los  
versos de nuestro Himno, embellecido por el bien logrado concierto de su
 métrica y rima e impregnados de patriotismo, narran los más 
sobresalientes hechos históricos acaecidos en Quisqueya desde  la 
invasión  haitiana de 1822 hasta la Restauración.
Estamos percatados 
de que muchos dominicanos no ignoran esto; pero conscientes de que esos 
 son escasos con relación a los desconocedores, nos proponemos llevar 
nuestra explicación a esa gran mayoría
Emilio Prud Home,   el 
afortunado poeta, al  escribir los primeros versos: “Quisqueyanos 
valientes  alcemos”, hace  una invitación  al dominicano a levantar con 
 emoción en la voz  nuestro himno, y a mostrar a la vez al universo 
nuestra inmaculada bandera.
 Luego de alabar en la segunda estrofa al
 pueblo  que se lanzó sin temor a la guerra contra el invasor haitiano 
para sacudir el yugo de la esclavitud, asegura en la tercera que  un 
pueblo que no se lastime con la deshonra, y  que no avive en su pecho la
 llama  que fortalece el heroísmo varonil, no merece la libertad.
Sin
 embargo , dice en la cuarta estrofa, Quisqueya, indomable y bravía 
siempre mantendrá la rente levantada, y “si fuere mil veces esclava 
otras tantas ser libre sabrá”. Estos  dos versos hablan  claro.
En
 la quinta estrofa se refiere al engaño del cual se valió Boyer para 
pisotearnos con sus tropas el 9 de febrero del  1822, y quiere decir que
 si ese hecho bochornoso fue amarga realidad, en las batallas de Beler y
 Las Carreras (como en muchas otras) supimos darles a los intrusos su 
merecido.
Según la sexta estrofa el dominicano, siguiendo los 
designios de sus fundadores, guiados por el  genio de Duarte, supo en 
los campos de Santomé y Sabana Larga, en  La Estrelleta, en Cambronal, 
en Cachimán, El Número, Azua, Santiago, embriagarse del sentido 
patriótico  y encarnar la personificación viva del héroe, prefiriendo la
 muerte a la deshonra. De  ella podemos sacar la  consigna ¡patria o 
muerte¡ no es nueva.
“Y si pudo inconsulto caudillo, de esas 
glorias el brillos  empañar” dicen los primeros versos de la séptima 
estrofa. No hay dudas de que  este inconsulto caudillo a que se refiere 
el poeta Prud Home,  es al pérfido Pedro Santana,.  Que las  glorias que
  empaño fueron las guerras independentistas contra Haití, y que  el  
hecho con que la empaño fue la oprobiosa anexión a España llevada a cabo
 en 1861, Quizás Santana no fue un caudillo tan inconsulto,. Porque 
asesoramiento siempre le sobro, ahora bien lo que hay  que observar es 
lo nefasto y antipatriótico del asesoramiento.
En los versos  
restantes de la comentada estrofa, y en  la octava entera se refiere a 
la guerra  Restauradora. Esta comenzó definitivamente en Capotillo, y  
el poeta dice cómo se vio ondear en la afortunada loma la lumínica 
bandera de fuego de la guerra. Narra cómo el histórico incendio de la 
ciudad de Santiago ocurrido el 6 de noviembre de 1863,  dejó anonadadlo 
 al soberbio león español, tanto, que vencido, sangrante y maltrecho se 
alejó de nuestras orgullosas playas  en donde nuestra soberana bandera 
flotaba airosa
Son las restantes cuatro estrofas las más 
encendidas de patriotismos, las  que sin dudas leerlas, no hay 
dominicano que no sienta estremecerse, y vibrar en sus adentros con 
fortaleza un sentimiento de dominicanidad profunda
Invita la 
octava estrofa a mostrar erguida e imperturbable nuestra frente, 
orgullosos  más que nadie de nuestra actitud ante la vicisitudes 
pasadas; pero lo más  significativos de esta estrofa son  sus dos 
últimos versos de  los cuales habla elocuentemente “ QUE  QUISQUELLA 
SERA DESTRUIDA, PERO  SIERVA DE NUEJO ¡JAMAS¡
La novena dice con 
razón que nuestros pechos son templos de honor en donde vive la patria. 
Desde luego, Prud Home,  no se refería al escribir así todos los  
dominicanos; él sin dudas  excluía a los traicioneros que  tantos  
puñales le han clavado a Quisqueya;  por lo mismo, hoy no son todos los 
dominicanos a los que  atañe gozar de las significativas estrofas de 
nuestro himno;  hay a quien las amigue oírlas. Termina la novena  
estrofa repitiendo el lema de ser libre no morir  que debe vivir en  
cada dominicano
En las dos estrofas  finales resalta un acendrado
 amor  a la libertad. Prud Home,  repite esta palabras cinco veces en  
dicha estrofas; pinta nuestra  victoria paseando serena en  su carroza 
invicta , y al clarín marcial  pregonando a los cuatro vientos 
¡libertad¡  los ecos esparciéndose y llenando los ambientes; los campos 
inmensos repitiendo sin cesar ¡libertad¡ ¡libertad¡ ¡libertad¡.
Sin
 temor a pecar de exagerados, es  nuestro himno patrio una composición 
de un maravilloso logro  que cumple a cabalidad su cometido;  
embriagarnos de amor patrio. Su música no podía ser más  acorde, es la 
mejor  gala con  que don José Reyes pudo vestir los magníficos versos de
 Prud Home.
Escrito por  el 1883,  adaptado oficialmente en 1934, pero en los actos  oficiales desde 1890.
Da
 mucha  lástima que las letras de nuestro himno sean tan poco conocidas,
 estoy seguro que `para  hallar un dominicano que le  sepa  habría que 
buscar unos  cien mil y que  lños que  la interpreten correctamente son 
escasos. Es una  de tantas de las consecuencias desgraciadas del desamor
 a los  nuestro; esto  así porque la difusión no ha  faltado, puesto que
 hemos  visto las letras de nuestros himno hasta  en cuadernos 
escolares; pero es  que falta levantar el incentivo hacia los nuestro  
valorizarlo y no mirarlo indiferente
Himno Nacional  
Dominicano    Las letras del Himno Nacional Dominicano fueron escritas 
por Emilio Prud-Homme y la mú-sica por José Reyes. La primera ejecución 
pública del mismo se realizó en agosto del mismo año, con motivo del 
traslado de los restos de Duarte (1884). En 1897, el maestro Reyes 
adaptó a su himno unas estrofas escritas por Federico Henríquez y 
Carvajal. En 1877 Prud’Homme modificó las letras de su himno. Poco antes
 habían ocurrido discusiones públicas en torno a las diferentes letras 
publicadas. A finales de 1897, el Himno de  Prud-Homme, fue aprobado 
oficialmente por el congreso Nacional, pero el Presidente Heureaux se 
negó a dar vigencia a esa decisión. En 1934 Trujillo, oficializó el 
Himno de Reyes y Prud-Homme. La versión cantada que se escucha en actos 
públicos, actividades políticas, la radio, la televisión, centros 
académicos, etc. sólo contiene las cuatro primeras estrofas. la cuales 
aparecen, en español e inglés, al final de las letras completas del 
himno, transcritas a continuación.Quisqueyanos valientes, alcemosNuestro
 canto con viva emoción,Y del mundo a la faz ostentemosNuestro invicto, 
glorioso pendón¡Salve! el pueblo que, intrépido y fuerte,A la guerra a 
morir se lanzó,Cuando en bélico reto de muerteSus cadenas de esclavo 
rompió.Ningún pueblo ser libre mereceSi es esclavo, indolente y 
servil;Si en su pecho la llama no creceQue templó el heroísmo viril,Más 
Quisqueya la indómita y bravaSiempre altiva la frente alzará;Que si 
fuere mil veces esclavaOtras tantas ser libre sabrá.Que si dolo y ardid 
la expusieronDe un intruso señor al desdén,Las Carreras! Beller!... 
campos fueronQue cubiertos de gloria se ven.\Que en la cima de heroico 
baluarteDe los libres el verbo encarnó,Donde el genio de Sánchez y 
DuarteA ser libre o morir enseñó.Y si pudo inconsulto caudilloDe esas 
glorias el brillo empañar,De la guerra se vió en CapotilloLa bandera de 
fuego ondearY el incendio que atónito dejaDe Castilla al soberbio 
león,De las playas gloriosas le alejaDonde flota el cruzado 
pendón.Compatriotas, mostremos erguidaNuestra frente, orgullosos de hoy 
más;Que Quisqueya será destruidaPero sierva de nuevo, jamás!Que es 
santuario de amor cada pechoDo la patria se siente vivir;Y es su escudo 
invencible, el derecho;Y es su lema: ser libre o morir.¡Libertad! que 
aún se yergue serenaLa Victoria en su carro triunfal,Y el clarín de la 
guerra aún resuenaPregonando su gloria inmortal¡Libertad! Que los ecos 
se agitenMientras llenos de nobles ansiedadNuestros campos de gloria 
repitenLibertad! Libertad! Libertad
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